Estudio Bíblico: Texto clave: Efesios 4:32
«Antes sed unos con otros benignos, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.»
Reflexión: Vivir con rencor o ira solo nos destruye por dentro. Dios nos invita a perdonar como Él nos ha perdonado. Esto no significa que debamos olvidar el daño o minimizar el pecado, pero sí significa liberar el control que el otro tiene sobre nuestra vida y nuestra paz. El perdón es un acto de obediencia y fe. Al perdonar, no solo liberamos a la otra persona, sino que también nos liberamos a nosotros mismos de la carga emocional del odio y la amargura.
Jesús enseñó que debemos perdonar no solo una vez, sino setenta veces siete (Mateo 18:22), lo que nos indica que el perdón es un proceso continuo. Cuando perdonamos, estamos reflejando el amor de Dios, que nos perdona cada vez que acudimos a Él con un corazón arrepentido.
Aplicación práctica: Si tienes a alguien en tu corazón con quien guardas resentimiento, toma un paso de fe y comienza a orar por esa persona. Pide a Dios que te dé un corazón dispuesto a perdonar y experimentar la paz que solo Él puede dar.